¿Cuántas fotos entrega un fotógrafo profesional (y por qué no hago mil)?
Vale, vamos al grano.
Esta es una de las preguntas que más veces me hacen:
¿Cuántas fotos entregas?
Y la respuesta rápida es:
las necesarias para contar tu historia. No una más, no una menos.
¿Entonces cuántas son?
Depende.
Pero no son mil, ni ochocientas, ni quinientas sin sentido.
Suelo entregar entre 250 y 450 fotos reales en una boda completa.
Cada una editada con intención. Cada una con algo que contar.
No repito fotos.
No te doy ráfagas iguales solo para inflar números.
Porque tu álbum no es un catálogo. Es una narrativa.
¿Por qué no entrego más?
Porque no hace falta.
El valor de una imagen no está en cuántas hay,
sino en lo que te hace sentir cuando la ves.
Entregar mil fotos es fácil.
Lo difícil es seleccionar las que tienen alma, y hacerlo con criterio.
Si lo hago bien,
vas a ver tus fotos y vas a revivir el día entero.
Sin necesitar duplicados, ni versiones parecidas, ni 30 retratos iguales.
¿Y las que no entrego?
Las que no entrego, es porque:
Son repetidas.
Alguien parpadeó.
La emoción se cortó.
O simplemente, no aportan nada real.
No trabajo por cantidad.
Trabajo por coherencia.
¿Y si quiero todas las fotos?
Sincéramente: si buscás “todas las fotos”, probablemente no soy tu fotógrafo.
Porque lo mío no es documentar por obligación, sino por emoción.
Y eso implica hacer una curaduría profesional.
Como un editor elige qué va en una película.
Como un chef no sirve todo lo que hay en la cocina.
En resumen
No te vendo fotos por kilo.
Te entrego una historia visual que resista los años.
Con imágenes seleccionadas, cuidadas, editadas y pensadas.
No mil.
Pero las que valen.